Tiempo de aguas. Literal, metafórica y estomacalmente

"Up on melancholy hill
There's a plastic tree
Are you here with me
Just looking out on the day
Of another dream...

...Cause you are my medicine
When you're close to me"


Qué cosa tan buena esta canción.

Se soltaron las lluvias en Guadalajara. Por fin, el calor ya era una cosa jodida y molesta que a veces no dejaba ni dormir.

Y se soltaron otras cosas, porque, por razones que aún desconozco, sufrí una de las peores infecciones estomacales que recuerde, un castigo cargado de innumerables visitas al baño durante tres días en las que NADA sólido aparecía. Vaya mierda!

En ésas andaba, tratando de recuperarme cuando de pronto llegó mi cumpleaños, el 33 para más detalles. Aunque ya había asustado a dos o tres personas con mi cara desencajada por culpa de la diarrea y la gente me ubicaba al lado de mi fiel compañero Electrolit en la mano, el 22 de junio ya me sentía mucho mejor, tanto como para haber cenado un día antes (aunque no me la pude terminar) una rica pizza con la mejor compañía.

Tomar alcohol sin miedo alguno fue otro logro que le agradecí a mi sistema digestivo.

¿Qué más ha pasado en estos días? Me tocó ser testigo de una granizada de antología; me ha tocado ver partidos del Mundial horribles, tan feos que “daban ganas de darse con una puerta en los huevos” como dicen los argentinos; me he divertido grabando podcasts sobre cine, televisión y porquerías; me tocó recibir hartas felicitaciones de harta gente que quiero un montón; me tocó reunirme con mis ex compañeros de generación para celebrar que cumplimos 10 añotes de haber terminado la carrera; me llegó una linda chamarra de regalo… junio ha sido muy interesante.

Y para rematar, estos días me ha envuelto “On Melancholy Hill”, una de las mejores canciones que he escuchado en años; uno de esos temas que le puedes decir “clásico” desde que lo escuchas por primera vez, humildemente opino yo.


Damon Albarn es un puto genio.

En un viernes caluroso...

Para ir a dormir de buenas: "Because you're sweet and lovely, I love you..." Qué grande Harrison! 

Tengo calor y por lo mismo tengo un enorme vaso de agua a mi lado. Aún es viernes 11 de junio de 2010 y, tal como lo vaticiné, la selección mexicana me sigue dando dolores de estómago. Pero ahí sigo viéndola, me lo merezco totalmente.


Esta semana la he llamado la semana postCiudaddeMéxico. Tres buenísimos días en el chilango el fin de semana pasado, tres días de musear, caminar, teatrear, recorrer casi de lado a lado colonias que tienen su fama bien ganada (La Condesa y la Roma) lo ponen a uno a pensar lo que es obvio: el DF es la capital, los buenos madrazos y retos profesionales están ahí, y la vida claro que puede ser jodida, dura, estresante, pero bien puede valer la pena… quién sabe, por ahora sólo son pensamientos.


Y bueno, esta semana arrancó el Mundial, grabé con dos grandes personajes un podcast que me dejó muy contento y que me recordó que quiero hacer radio, vi buen básquetbol (esos Celtics me tienen con el “Jesús en la boca”) y estuve recordando a Magritte (su exposición en el Palacio de Bellas Artes del DF es de ésas que sí te andan removiendo por varios meses). Al mundo hay que verlo desde muchos ángulos, dudar de él, reírse de él, porque si no, o te aburre o te aplasta. Con eso me quedo de Magritte.


Ahora, a dormir, porque además este teclado me está dando mucha lata (el muy cabrón tiene demasiadas teclas que no están funcionando).

¿Por qué NO vería el Mundial?

1.- Porque tendría que toparme varias veces con la carota de Jacob Zuma, el presidente de Sudáfrica, quien además de tener 20 esposas alguna vez declaró que se protegía del SIDA bañándose después de mantener relaciones sexuales.

Jacob Zuma

2.- Porque va Cuauhtémoc Blanco.

3.- Porque inevitablemente escucharía en más de una ocasión las voces de Christian Martinoli, Jorge Campos, Luis García, Enrique Bermúdez de la Serna, Eduardo Trelles y un larguísimo etcétera de esperpentos comunicadores mexicanos.


4.- Porque me dan pena ajena las “reporteras” de la televisión mexicana que cubrirán “la otra cara” de Sudáfrica.

"Reportera" mexicana Marisol González con El Tonto.

5.- Porque detesto ilusionarme (y luego tener que volver a chupar realidad) con una selección que, muy probablemente, me dará dolores de estómago, tal como lo viene haciendo desde México 86.


6.- Por la existencia de frases deplorables como: “Sí se puede!”, “Vamos muchachos!”, “La selección somos todos!” o más recientemente “Haz sandwich”, donde un grupo de futbolistas mexicanos hace el ridículo alrededor de varios pedazos de Pan Bimbo.

Chicharito sandwichero

7.- Por los nacionalismos baratos que suele despertar el Mundial.


8.- Porque el presidente Felipe Calderón acudirá a la ceremonia de inauguración y seguramente escucharé sus “palabras de apoyo” al Tricolor en cuanto gane un partido importante (si es que lo hace).


9.- No se me ocurren más razones y porque, ¿para qué me engaño?: SÍ veré el Mundial.

¿Por qué SÍ ver y por qué NO ver el Mundial?

Por qué SÍ vería el Mundial:

1) Existe la posibilidad de que Argentina tropiece y Maradona recaiga en las drogas en plena Sudáfrica. Tal vez lo veamos siendo arrestado por madrearse a algún reportero negro en Johannesburgo. Impagable.

2) Por los aficionados británicos. Los conocí de cerca en Alemania 2006 y su loca pasión por el juego es admirable. Además cantan bonito, bonito y fraternizan de manera formidable con cualquiera que esté tan ebrio como ellos. ¡Ah! Y de paso son los primeros en organizar un tiro al blanco con el balón contra las ventanas de los céntricos hoteles germanos. Verídico.

3) Para ver llorar a Cuauhtémoc Blanco. Si no me equivoco, esto ocurrirá cuando México caiga ante Francia y quede eliminado de la Copa del Mundo. Entonces, el deforme delantero fumador empezará a lagrimear y su cara se deformará aún más y será el hazmerreír de un servidor. No me cae muy bien, cabe señalar.

4) Para, durante un mes, ver a la gente arremolinada frente a los televisores de La Ganga, Muebles América, Wal Mart, El Gallo y demás establecimientos comerciales. Me fascina ver cómo el mundo se desvanece para la gente y se olvida de llegar temprano a donde iban, se olvida de su salario, se olvida de su empleo y se olvida de que nos gobiernan un alcohólico (Jalisco) y una marioneta (México) y lo único importante es ese rectángulo verde.

5) Quiero ver el orgullo en la cara de Nelson Mandela cuando la cámara lo enfoque durante las ceremonias de inauguración y clausura. Le regaló un Mundial de fútbol a un país donde hace 20 años un negro no podía usar el mismo baño que un blanco. Admiro a ese viejo.

6) Por Messi.

7) Porque creo que España (que en estos momentos le debe todo su estilo al FC Barcelona) volverá a jugar como en la Eurocopa, incluso mejor, y eso la convierte en la selección nacional más interesante que he visto en dos décadas.

8) Porque existen John Carlin, Juan Villoro y Enric González, excelentes periodistas/escritores que seguramente publicarán material buenísimo que me entretendrá largamente.

9) Porque es en África y ya les tocaba.

10) Porque me gusta el fútbol.

"Yo no soy más que un mendigo de buen fútbol. Voy por el mundo sombrero en mano, y en los estadios suplico: Una linda jugadita, por amor de Dios". Eduardo Galeano, El fútbol a sol y sombra.


Próximamente: las razones por las que NO vería el Mundial…

El lugar común nunca pasará de moda

Probablemente uno de los peores lugares comunes que existen es ése de “que rápido se me está yendo el año” y ni hablar, seré una vil víctima del lugar común al decir que sí, que este 2010 se me está yendo rapidísimo y que tal vez sea uno de los años que más rápido he sentido que pasa en toda mi vida.

El asunto es que antes lo decía con un dejo de amargura… como si me frustrara ver el paso de los días y algo estuviera haciendo falta, algo no terminara de hacer click o algo no me tuviera del todo satisfecho.

Hubo años que fueron maravillosamente excepcionales, y a ésos ni los quiero tocar… pero si de tocar se trata, cuando pienso en 2010 como en un ser vivo lo puedo casi oler, y huele muy bien. Y se toca muy bien (suave, liso, con algunas partes muy húmedas). Y se ve muy bien, incompleto, claro está, porque apenas vamos a la mitad, apenas vamos en junio.

Suede, "She's in fashion"

“Ella” está de moda. Así es. Y más si se lee al revés

¡Tan bueno el mes de junio! Suele tener lluvias, suele tener vacaciones, ahora viene con Mundial y también suele suceder que en él cumplo años. A los 30 sentí vértigo y me entraron las ganas de volver a México. A los 31 el vértigo era mucho menor, el cuerpo y la cabeza estaban un poco más tranquilos y seguía con ganas de seguir en México, pasara lo que pasara. A los 32 estaba como echado en una hamaca, muy mexicana eso sí, pero hamaca al fin y al cabo, y en las hamacas se descansa, pero terminan dándole a uno una hueva tremenda si se descuida. Errare humanum (y frustrante) est.

A los 33… ni puta idea. Por lo menos sé que ya no estoy en una hamaca. Sé que me levanté. No fue fácil espantarse la hueva, incluso bien puede quedar algo de ella por ahí. Estiré las piernas. Estiré el cuello. Estiré mis manos. Tallé mis ojos. Me gustó verme de pie, aunque sigo encorvándome a ratos y ya no importa si de repente me tambaleo.

Sigo viendo a mi alrededor novedades que me fascinan y otras que me aterran. Personas que con un simple gesto se hacen grandes y otras cuya boca las empequeñece como nunca lo imaginaste. Normal, lo cotidiano, nada que no le haya pasado a cualquier sujeto decenas de veces.

Pero eso sí, la encabronada velocidad y los sutiles elementos con los que 2010 me está revolcando y logrando que le dé vuelta a mis prioridades, han constituido una experiencia que se la deseo de todo corazón a todas las personas que más quiero.